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El efecto pigmalion en el ámbito educativo

El “Efecto Pigmalión” en el ámbito educativo

 

Ovidio, en su “metamorfosis”, cuenta la historia de Pigmalión, que “esculpió con arte felizmente admirable una estatua de níveo marfil, dándole una belleza con la que ninguna mujer puede nacer, y llegó a enamorarse de su propia obra”. Llegada la festividad de Venus, el día más celebrado de toda Chipre, cumplido el rito de la ofrenda, se detuvo ante los altares y tímidamente pidió: “Si podéis, dioses, darlo todo, deseo que mi esposa…”, y sin atreverse a decir: “la doncella de marfil”, dijo “igual que la de marfil”. La dorada Venus, que asistía en persona a sus propias fiestas, entendió qué pretendían aquellos ruegos, y le concedió su deseo. La estatua cobró vida, y Pigmalión y la mujer que había creado pudieron casarse.

En 1912, George Bernard Shaw publicó una obra de teatro basada en este mito. Un profesor de fonética, Henry Higgins, apuesta con su amigo el Coronel Pickering que será capaz de convertir en el plazo de seis meses a una simple florista en una dama, y lo hará enseñándole a hablar correctamente. Enuna escena de la obra, Eliza Doolitle le dice al Coronel Pickering lo siguiente: “Mire usted: de manera real y cierta, a parte de las cosas que cualquiera puede percibir (la forma de vestir y la manera correcta de hablar,entre otros), la diferencia entre una dama y una florista no es cómo se comporta ésta, sino cómo es tratada. Yo siempre seré una florista para el profesor Higgins, porque él siempre me trata como una florista, y siempre lo hará; pero yo sé que puedo ser una dama para usted, porque usted siempre me trata como una dama, y siempre lo hará”.

 

Robert Rosenthal y Lenore Jacobson realizaron en los años sesenta un pequeño experimento en una escuela californiana, que produjo lo que ellos bautizaron como el “efecto Pigmalión”, cuyos resultados publicaron en el año 1968. El estudio llegaba a la conclusión de que el desarrollo intelectual de los estudiantes resulta en gran medida una respuesta a las expectativas de sus profesores y la manera en que estas expectativas se transmiten. El experimento llevado a cabo por los autores consistió en proporcionar información falsa a los profesores sobre el potencial de aprendizaje de los alumnos de una escuela de San Francisco, en concreto de estudiantes de entre primer y sexto grado de educación elemental. A los profesores se les dijo que se había realizado un test de inteligencia a los chicos, y que se había comprobado que una serie de estudiantes, los que habían puntuado más alto en el test,  se encontraban a punto de entrar en un periodo de rápido crecimiento intelectual. Su potencial de crecimiento era inmenso, aseguraban. Pero, en realidad., los chicos de la lista proporcionada a los profesores habían sido escogidos al azar, sin relación alguna con el resultado del test. El estudio, que tomaba a los profesores como cobayas del experimento, estaba designado para comprobar si aquellos chicos respecto a los que los profesores tenían mayores expectativas terminarían mostrando un mayor crecimiento intelectual que el resto de los chicos del grupo de control cuando se les evaluase aproximadamente a los cinco, ocho y veinte meses posteriores.

 

Al final del período experimental, algunos delos estudiantes señalados como de gran potencial, y en particular los de primer y segundo grado, mostraron unos resultados en los tests de inteligencia evaluativos superiores a los que se hubiese esperado de ellos sin la intervención realizada, y estos resultados fueron superiores a los de otros estudiantes de habilidades similares. El 47 % de los alumnos de los que se esperaba un crecimiento superior al resto ganaron veinte o más puntos en coeficiente de inteligencia, mientras que únicamente el 19% de los estudiantes que no habían entrado en la lista ganaron veinte o más puntos. Estos resultados llevaron a los investigadores a concluir que las expectativas infladas que los profesores tenían sobre determinados estudiantes, y presumiblemente el comportamiento que tuvieron con ellos posteriormente para acompañar estas expectativas, fueron la causa de que los estudiantes experimentaran un crecimiento intelectual acelerado.

 

El efecto pigmalión es uno de los sucesos que describe cómo la creencia que una persona tiene sobre otra puede influir en el rendimiento de esta otra persona.

 

El efecto Pigmalión nos muestra cómo las expectativas del profesor sobre el alumno pueden condicionar su comportamientohacia él y afectar su evolución académica. Esto se puede justificar porque el profesor, al tener grandes expectativas sobre el alumno, se esforzará más para que el aprendizaje sea más productivo. También el alumno puede percibir, a través de la actitud del profesor, su posibilidad de mejora.

 

El efecto pigmalión se puede identificar de las siguientes maneras:

·                   Suceso por el que una persona consigue lo que se proponíapreviamente a causa de la creencia de que puede conseguirlo.

·                   "Las expectativas y previsiones de los profesores sobre la forma en que de alguna manera se conducirían los alumnos, determinan precisamente las conductas que los profesores esperaban." (Rosenthal yJacobson).

·                   Una profecía auto-cumplida es una expectativa que incita a las personas a actuar en formas que hacen que la expectativa se vuelva cierta.

 

Efecto pigmalión positivo: El efecto pigmalión positivo se refiere a aquel que produce un efecto positivo en el sujeto, de forma que afianza el aspecto sobre el cual se produce el efecto, provocando un aumento de la autoestima del sujeto y del aspecto en concreto.

 

Efecto pigmalión negativo: El efecto pigmalión negativo es aquel que produce que la autoestima del sujeto disminuya y que el aspecto sobre el que se actúa disminuya o incluso desaparezca.

 

Rosenthal y Jacobson estudian el efecto Pigmalión desde la perspectiva de la teoría de la profecía autorrealizada. Esta teoría la entendemos como uno de los factores que influyen en la motivación de los alumnos en el aula. Aparentemente parece que es un efecto mágico, pero no lo es, lo que ocurre es que los profesores formulan expectativas acerca del comportamiento en clase de diferentes alumnos y los van a tratar de forma distinta de acuerdo con dichas expectativas. Es posible que a los alumnos que ellos consideran más capacitados les den más y mayores estímulos, más tiempo para sus respuestas, etc. Estos alumnos, al ser tratados de un modo distinto, responden de manera diferente, confirmando así las expectativas de los profesores y proporcionando las respuestas acertadas con más frecuencia. Si esto se hace de una forma continuada a lo largo de varios meses, conseguirán mejores resultados escolares y mejores calificaciones en los exámenes.

 

Robert Pianta ofrece estas sugerencias para profesores y profesoras que desean cambiar su comportamiento mediando en los problemas de los y las estudiantes y evitar el efecto Pigmalión:

 

1. Observa las interacciones de cada estudiante: ¿Cómo prefiere participar? ¿Qué le gusta hacer? Si observasatentamente, apreciarás mejor sus capacidades

 

2. Escucha: trata de entender qué les motiva, cuáles son sus metas y cómo te ven a tí, a sus compañeros/as y a las tareas que les encargas

 

3. Participa: Habla con cada alumno y cada alumna acerca de sus intereses: no des consejos, advertencias y opiniones. Escucha.

 

4. Experimenta: modifica tus reacciones a las diferentes (y cambiantes) conductas de tu alumnado. Da una respuesta inmediata o tómate un tiempo. Date cuenta de que su comportamiento podría ser solo una vía para llegar a ti.

 

5. Conoce: cada semana, dedica tiempo a tus estudiantes, fuera de tu rol de profesor. Déjales elegirun juego u otras actividades no necesariamente académicas que les gustaría hacer contigo: mira, escucha y comenta lo que ves, enfócate - como profesor/a -en los intereses y los puntos fuertes del alumnado. Este tipo de actividades son muy importantes para facilitar la resolución deposibles problemas con aquellos estudiantes que te evitan o pueden generar conflictos.

 

6. Llégales: ¿Qué les gusta hacer fuera del centro educativo? ¿Qué te parece planificar un proyecto usando algún medio en el que se sientan cómodos/as? ¿Música, vídeo, cine, escritura...? Haz un reparto adecuado entre tiempo de trabajo en grupo y tiempo de trabajo individual para permitirles mostrarte y compartir contigo este tipo de aficiones - de gran aprovechamiento didáctico, por cierto - cuya incorporación a tu docencia aumenta su motivación e interés y mejora la adquisición de habilidades.

 

7. Empatía: piensa tu clase a través de sus ojos. Recuerda a tus mejores y peores profesores/as. ¿Cómo te sentías a su edad? ¿Qué fue lo mejor y lo peor? ¿Cómo podrían describirse y sentirse, entonces, tus alumnas y alumnos? ¿Tus expectativas y creencias acerca de ellas y ellos determinan cómo se comportan contigo y la imagen que tienen de ti? ¿Hay paralelismo entre esas expectativas y tu comportamiento hacia los/asestudiantes?

 

 

Lic. Luis Alberto Russi Gerfó.

www.pedagogiaholistica.com.ar